Internet funciona como un medio para publicar contenidos, una gran biblioteca para el usuario y un gran púlpito desde el que difundir mensajes. Pero sobre todo se trata de un gran entorno de participación e intercambio de puntos de vista. Así como el entorno digital cambia, también ha cambiado el perfil del paciente, la relación de éste con su propia enfermedad y la responsabilidad personal con su salud.
Ahora quiere participar en la toma de decisiones, quiere tener acceso a sus datos clínicos y poder comprenderlos, quiere información veraz y fiable, y para ello también ha cambiado su relación con la tecnología.