Más de 520 millones de personas en el mundo viven hoy en día con una enfermedad cardiovascular siendo la principal causa de muerte en todo el planeta. En nuestro país también continúa a la cabeza como la primera causa de muerte con 258,64 fallecimientos por cada 100.000 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Incluso en tiempos de pandemia, las enfermedades cardiovasculares siguen encabezando este ranking: en 2020, por cada persona fallecida por Covid-19, se han producido entre 3 y 4 muertes diarias por estas patologías.
Para poder reducir la incidencia de la enfermedad cardiovascular debemos controlar los factores de riesgo que provocan su aparición. Algunos de ellos son el tabaquismo, tener alto el colesterol, padecer diabetes, hipertensión arterial u obesidad, o vivir anclados en el sedentarismo. También podríamos destacar otros como la contaminación del aire.
Según la Sociedad Española de Cardiología y la Fundación Española del Corazón, el control de estos factores podría prevenir hasta el 80 % de las muertes prematuras por estas afecciones.
Sin duda, la prevención es la mejor arma que tenemos para poder combatir las enfermedades del corazón. Esta es la razón más importante por la que todos deberíamos llevar una vida sana y saludable, apoyada en una alimentación óptima y la práctica de ejercicio físico, vigilar nuestro colesterol, los niveles de glucosa en sangre pues pueden ser indicadores de diabetes, y nuestra presión arterial. Solo así lograremos cuidarnos el corazón.