- Los programas de cribaje oportunista y la aparición de nuevos fármacos con beneficios a nivel renal y cardíaco son algunos de los factores que contribuyen a ello.
- Las capacidades profesionales y personales de los trabajadores sanitarios para identificar a los pacientes y acompañarlos en su enfermedad crónica son indispensables para el buen manejo de la patología.
- La pandemia ha tenido efectos negativos sobre los pacientes, como el retraso en los seguimientos y controles metabólicos.
- El uso de tecnologías digitales para el control y seguimiento de la diabetes han mejorado a través de documentos, consensos y protocolos.
Tras el paréntesis de la pandemia, los especialistas de Atención Primaria empiezan a observar una mejora de la enfermedad diabética y sus complicaciones. Esta es una de las principales conclusiones compartidas durante la actividad formativa: ‘Diabetes Focus: Innovando en Diabetes’, patrocinada por Área Científica Menarini, con el aval científico de la Fundación RedGDPS y del Primary Care Diabetes Europe (PCDE), en la que un total de 70 profesionales del área de Atención Primaria han podido actualizar sus conocimientos en el abordaje y tratamiento de esta enfermedad
“Tampoco debemos olvidar la “diabetes desconocida” que afecta al 5% de las personas en las que esta enfermedad no está identificada”, ha manifestado el Dr. Francesc Xavier Cos Claramunt, profesional médico de Atención Primaria, miembro del equipo de innovación del Instituto Catalán de la Salud y director de esta actividad de formación continuada que se ha prolongado por espacio de dos días y en la que se han desarrollado ponencias de interés sobre diabetes y nutrición y sobre el impacto de las nuevas tecnologías en el control y seguimiento de la enfermedad, junto con talleres prácticos.
Respecto a su diagnóstico, el Dr. Cos señala que, en los últimos años, los profesionales pueden identificar mejor a los pacientes y a un mayor número en fases tempranas, «gracias a los programas de cribaje oportunista como el PAPPs (Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud) en Atención Primaria». A nivel global, esto se traduce en «una mejora de la enfermedad diabética y de sus complicaciones«, añade. Sin embargo, la pandemia ha tenido efectos negativos sobre los pacientes, como el retraso en los seguimientos y controles metabólicos, el aumento del sedentarismo y la adopción de peores hábitos alimenticios, caracterizados por una creciente ingesta de hidratos de carbono, relacionada con mayores tasas de obesidad. A pesar de todo, «la retirada de medicamentos de la farmacia continúa siendo la misma, por lo que podemos considerar que este periodo no ha comportado un cambio de la adherencia de los pacientes a sus tratamientos farmacológicos”, aclara.
El papel de los profesionales de AP
En palabras del Dr. Cos, “los profesionales de Atención Primaria deben tener capacidades para identificar la diabetes y la enfermedad intercurrente (aparece durante el transcurso de la diabetes y puede descompensar o complicar su manejo), saber en qué personas deberían explorarla o sospecharla y, cuando se detecta, actuar de la manera más adecuada respecto a la evidencia clínica actual». Además, recalca la importancia que tiene la comunicación en la consulta para fortalecer la relación terapéutica entre paciente/familia y profesional la necesidad de disponer de «un buen conocimiento en herramientas de comunicación, del cambio conductual y de comprensión», por el reto que supone acompañar a una persona durante su enfermedad crónica.
El cambio en los hábitos de vida de los pacientes es, precisamente, una de las dificultades a las que se enfrentan estos profesionales, «dado que muchos lo realizamos desde el ángulo de la restricción o la prohibición sin ser conscientes de la complejidad que comporta al paciente incorporar esos nuevos hábitos», manifiesta el especialista. «El cambio en estilos de vida es un gran reto tanto para los profesionales de salud, que deben incorporar al paciente y familia en el proceso de cambio, como para los pacientes que ven complejo un cambio en su día a día», añade. Por esta razón, propone fomentar pequeños cambios en los hábitos que ya llevan a cabo, como caminar a mayor velocidad y dejar el ejercicio de alta intensidad para las personas que tengan acceso a ello.
Innovaciones, retos y oportunidades en diabetes
En el marco de esta formación también se ha hablado sobre la aparición de fármacos para el control de la enfermedad con beneficios a nivel renal y cardíaco, y sobre el impulso de las tecnologías digitales en el campo de la diabetes.
El Dr. Cos también afirma que, “aunque el uso de elementos digitales en diabetes ya estaba muy presente antes de la pandemia, la coyuntura actual ha acelerado su instalación y mejorado su uso a través de documentos, consensos y protocolos». “Ahora se abre un nuevo horizonte de reflexión para saber qué valor añadido aporta cada tipo de visita (presencial, telefónica, videollamada o correo electrónico) y cómo integrar esta nueva manera de relacionarse individualizando y situando al paciente y a sus familias en el centro del proceso asistencial», concluye.
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