Me resulta extrañamente conmovedor escribir este editorial. Quienes conocéis el proyecto, sabréis que es cierto. Es todo un orgullo para esta comunidad haber mantenido la llama “sherpa” encendida durante, ya, tres años. Tres años ininterrumpidos de trabajo para combatir la brecha digital en salud.
En 2014 tuvimos la idea de juntar a un grupo de profesionales relacionados, cada uno a su manera, con el ámbito de la eSalud, y con ellos desarrollamos la primera desconferencia. En 2015, presentamos el informe de propuestas para reducir la brecha digital en salud.
En 2016, el movimiento siguió creciendo, tanto en fuerza como en integrantes, y en 2017 nos reunimos de nuevo. Por ello, quiero felicitar a la comunidad al completo.
Volviendo -una vez más- hacia atrás, recuerdo que en 2014 nos dijeron que esto no saldría adelante, que convivir tanto digital como presencialmente, un grupo tan mezclado y dispar, no era viable. En 2015, nos dijeron, “vale, habéis tenido suerte, pero os copiarán”. En 2016, aseguraron que desapareceríamos. Y en 2017, nos reunimos de nuevo y nadie ha desarrollado un proyecto como éste hasta la fecha.
Hemos atravesado dificultades (geográficas, laborales, de agenda…), y hemos vuelto a juntar a 50 profesionales en esta II Desconferencia. Tres años de trabajo en distintas fases, una comunidad heterogénea, una visión interdisciplinar y muchas ganas de mezclarnos, exprimirnos y mejorarnos. Tres años buscando proyectos con los pies en el suelo… y las mentes al vuelo.
Por Mònica Moro