“Cucha que te diga”, ¿qué tal va todo? Hace un par de meses, en el ámbito de este proyecto, se solicitaba a los miembros de este grupo que eligieran cinco temas relacionados con la utilización de Internet y sus herramientas digitales para trabajar en nuestra próxima cita (Desconferencia lo llaman ahora, jeje).
En el siguiente gráfico (que ya se adelantaba en el boletín del mes pasado) se pueden ver las preferencias, y vemos cómo la formación es casi (por debajo de los autocuidados) la más votada.
Personalmente, no me sorprende. En el Informe de la primera desconferencia, que realizamos hace ya más de dos años, la formación presencial era uno de los cinco recursos destacados que nos ayudaría a reducir la brecha digital. Pero… ¿hemos avanzado en todo este tiempo? Diría que no. El aprendizaje y adquisición de una competencias digitales, para utilizar también en salud, es un proceso complejo que integra diferentes áreas y que no depende de forma exclusiva de (la famosa) actitud.
Por no extenderme demasiado (que luego ya se sabe) cuando hablo de este tema, me gusta mucho referenciar a José Miguel Morales, reconocido investigador enfermero, que en unas jornadas hace un par de años (gracias Virginia por contarlo), comentaba que los futuros profesionales sanitarios, aunque están absolutamente alfabetizados digitalmente y usan los teléfonos y tablets en las clases y vida diaria, son analfabetos funcionales de la red del conocimiento.
Por eso, es importante que el aprendizaje (la formación) comience cuanto antes, incluso en la escuela. En el caso de los profesionales sanitarios, el contexto actual -donde más del 60% de la población española utiliza Internet para consultar información sobre salud- nos exige que en nuestro día a día tengamos conocimiento (y competencias) en este tema. ¿O es que, si llega Francisco y nos pregunta si puede consultar una web u otra le podemos decir que “de eso no sabemos”? Por su parte, las organizaciones sanitarias tienen que empezar a incluir la formación en competencias digitales a los profesionales sanitarios (aunque sea a nivel transversal en otro tipo de formación), iniciar proyectos para alfabetizar en salud a la ciudadanía e integrar proyectos digitales en sus estrategias de salud. Y cuanto antes lo hagamos mejor, que si lo dejamos para mañana, quizás ya sea tarde.
Pues eso… ¿cuándo comenzamos con la formación y el aprendizaje?
Un saludo, queridos/as #sherpas20