Sonrisas, ilusión y felicidad en la fiesta del Mª Assumpta

Ayer representantes de Menarini nos desplazamos al Centro Residencial Mª Assumpta para compartir con los niños, niñas y educadores, una tarde muy especial, como venimos haciendo desde hace 18 años. La visita la encabezó nuestro consejero, Salvador Pons, quien desde un principio mostró gran entusiasmo en que Menarini colaborase, un año más, en la fiesta de este centro para niños desamparados.

Desde la llegada, los pequeños no pararon de regalarnos sonrisas y afecto. Todos estos gestos se tornaron en expectación, cuando comenzó la entrega de premios a los 3 dibujos más originales sobre la Navidad. Los ganadores por cada categoría fueron:

• Categoría pre-infantil: Luis (7 años)
• Categoría infantil: Beverly (10 años)
• Categoría juvenil: Mariam (15 años)

Además, como os comentamos en un post anterior, el dibujo de Beverly ha sido el escogido para aparecer en la felicitación navideña de Menarini.

Tras la entrega de los premios, los niños nos deleitaron con un recital de poesía y villancicos, demostrando que habían estado preparándose para la ocasión.

Seguidamente, les llegó la primera sorpresa de la tarde. Un grupo de animación infantil se encargó de sorprenderles y divertirles durante unos minutos con magia, bailes y juegos.

La segunda sorpresa de la tarde era la más esperada. Papá Noel apareció por la puerta del centro, y todos se quedaron alucinados con la visita. Cada uno recibió su regalo de Navidad, y las caras de felicidad al recogerlos, son difíciles de describir con palabras.

Por último, pudimos disfrutar de una merienda-cena en compañía de todos los niños, niñas y educadores del centro. Con este pica-pica finalizó la celebración y nos comprometimos a volver el año que viene por las mismas fechas.

Tras la fiesta, cada uno de nosotros tenía en la cabeza la imagen de aquella pequeña ilusionada al descubrir la magia, o la del niño sonriendo al recibir un regalo. Pero en lo que todos coincidíamos, era que la felicidad que acabábamos de ver y sentir, merecía mucho la pena.