«Nadie puede ver más allá de una elección que no entiende. Te repito: nadie«.
El Oráculo a Neo, Matrix Revolutions.
Parece que fue ayer (pero podemos remontarnos a 2010), cuando empezó todo. Empezaban los año del activismo de muchos sanitarios a favor del uso de tecnologías para mejorar la salud, la calidad de vida, la atención y los cuidados de las personas. Las nuevas herramientas eran consideradas tecnologías emergentes y se depositaban grandes esperanzas en todas y cada una de ellas. Vivíamos en la era de los prodigios, una sociedad que se conectaba cada vez más y más.
Cada vez éramos más los que nos prendábamos de los nuevos conceptos: tuitquedadas, hashtags, desvirtualizaciones, pechacuchas, blogosfera… incluso ya había enfants terribles que desde el principio echaban agua al vino y hablaban de cancamusa y que nunca un algoritmo sería capaz de interactuar como una persona.
Pero en nuestros días, de vez en cuando nos damos cuenta que seguimos en una especie de Matrix: solo una anormalidad, una distorsión de nuestra realidad del día a día nos hace revivir esos momentos. Momentos de esperanza, que debían traer una revolución digital que no acaba de llegar. Momentos de victoria, mas allá de luchas cotidianas por vencer los viejos y conocidos hábitos, de sobreponerse a ese No que está dentro de toda inNOvación.
Ese día de la victoria en la revolución digital sólo se acercará si somos capaces de vencer a Matrix, al sistema que todo lo quiere mantener como está, como ha estado siempre. Nos quedan esos Smiths que se transfiguran en compañeros, jefes, cuidadores, familiares, pacientes. Smiths que giran la cabeza, que luchan contra el cambio. Solo hay una manera de luchar, como hemos hecho tantas veces anteriormente, y quizá tengamos que hacer en el futuro. Porque la única manera de vencer al sistema es uniéndonos, identificando a esos outlayers, esos revolucionarios que se esconden entre todos los que trabajan en la mejora de la Salud de la gente. Son gente que tienen inquietudes y descubren ese mundo en el que ya hemos estado. Unámolos a la cordada, ayudémosles como nos ayudaron, animémosles, fomentemos sus proyectos e ilusiones, que son las nuestras y las de todos.
Ayudémosles a que por fin puedan decir, como nuevos Neos, al mejorar la Sanidad gracias a este nuevo mundo de tecnología con razón y corazón y venciendo su lucha con sus Smiths «Tenía usted razón, siempre la tuvo. Era inevitable.«